Los estudiantes del CCSD59 tienen el don de la palabra escrita
Pocas personas pondrían en duda que escribir bien es una habilidad muy importante para tener éxito en el mundo de hoy. La habilidad para comunicarse claramente por escrito es más importante que nunca en la era digital moderna, por lo que no debe ser sorpresa que nuestros estudiantes estén continuamente mejorando sus habilidades de escritura.
En todo el distrito, los estudiantes autores están escribiendo una gran variedad de textos, desde cuentos de hadas y relatos cortos hasta textos de no ficción y de mercadotecnia. Y lo que es mejor, les encanta escribir. Los temas incluyen recrear sus cuentos de hadas preferidos, así como escribir obras de no ficción sobre la policía, el medio ambiente y los animes; y obras de ficción que incorporan las experiencias de los estudiantes con eventos, familiares y amigos.
La Sra. Stacey Poehler, maestra de la Escuela Primaria Byrd, dice que sus estudiantes “esperan con anticipación (la escritura) porque es su parte favorita del día y preguntan si pueden continuar trabajando en sus historias durante el recreo. ¡Durante el recreo!, exclama ella con deleite.
El proceso de redacción incluye mucho más que pulir las habilidades de escritura. Los estudiantes también hacen investigación y escogen fuentes relevantes de información, buscan o dibujan dibujos apropiados para sus historias, colaboran con sus compañeros para revisar y mejorar el contenido, y comparten sus proyectos finales con otros.
Los estudiantes están entusiasmados con las opciones que tienen para crear sus obras escritas. Una estudiante de segundo grado del salón bilingüe de la Sra. González, de la Escuela Primaria Robert Frost, que escogió escribir acerca de Italia como un país que desea visitar, explicó sus razones. “Es que me gusta la forma del país, ¡parece una bota! Y su café se ve tan bonito. Un día voy a ir allí y podré tomarme un café en un café”, dijo. Otro estudiante de segundo grado que escogió escribir acerca de México dijo: “Lo he visto en televisión y es un país precioso, así que quería saber todo sobre él”.
Los estudiantes también disfrutan enseñándoles algo nuevo a los lectores de sus libros. Una estudiante de segundo grado del salón de la Sra. Poehler, de Byrd, dijo: “Reescribí el cuento de La Cenicienta ,y la hice mala y a sus hermanastras buenas porque realmente quería que fuera un cuento diferente”.
Los textos creadas por los estudiantes han sido incluidos en el catálogo de libros de las bibliotecas de sus escuelas, para que otros estudiantes y miembros del personal puedan tomarlos prestados, leerlos y disfrutarlos. Las historias son seleccionadas por los maestros por su capacidad para sorprender y reflejar las metas de la tarea de escritura. Eventualmente, los libros serán devueltos a los estudiantes.
Cada mes, los maestros tienen la oportunidad de seleccionar dos libros escritos por los estudiantes para exhibirlos en la biblioteca escolar. Los libros son únicos porque representan diferentes géneros de escritura, varios temas e incluso pueden estar escritos en otros idiomas.
A los estudiantes les encanta compartir sus creaciones con otros, y frecuentemente toman prestados de la biblioteca los trabajos escritos por sus compañeros. Exponer estos libros en la biblioteca fue una manera natural de compartir buenos modelos de escritura con los estudiantes y hacer que se sintieran orgullosos por sus logros y esfuerzo.
Al preguntarles qué quieren hacer con sus obras una vez las reciban de vuelta al final del año escolar, los estudiantes de segundo grado respondieron con entusiasmo:
- “¡Voy a guardarla y atesorarla para siempre!”
- “¡Voy a hacer copias y venderlas como un negocio!”
- “¡Voy a hacer una biblioteca con mis libros en casa!”
- “¡Voy a hacer copias y regalarlas a las familias que no pueden comprar libros!”
Un estudiante dijo: “Voy a ser mejor escritor. Ahora que me he acostumbrado, es bastante fácil. ¡Es pan comido!”, dijo con una sonrisa en los labios.
“Querrás decir que es facilísimo”, respondió otro estudiante, entre risas.
Más fácil que esto, imposible.